
Vivió en la calle, estuvo preso y hoy salva vidas de salteños con su fundación
José Luis tuvo una infancia atravesada por el abandono y la pobreza, marcada por noches a la intemperie y años de lucha para sobrevivir. Entre heridas, errores y aprendizajes, logró convertir el dolor
La historia de José Luis emociona y enseña. Nació en una familia atravesada por la pobreza; su madre, según recuerda, "se prostituía para poder darle de comer". A los seis años ya vivía en la calle, durmiendo entre túneles y nichos de cementerios para escapar del frío. Pasó hambre, soledad y adicciones.
Durante años tocó fondo. Llegó a pensar en quitarse la vida. "Una noche me rocié con algo para hacerlo", cuenta. Pero aquella oscuridad se transformó en una oportunidad cuando, dentro de la cárcel, experimentó un profundo encuentro espiritual que le dio un nuevo propósito.
De esa experiencia nació Fundación ATR (A Toda Rehabilitación), una organización que funciona desde hace seis años en Salta. Su misión es acompañar a personas sin hogar y a quienes salen del sistema penitenciario, ofreciéndoles refugio, contención emocional, talleres y oportunidades laborales.
"Queremos que cada persona pueda tener un trabajo digno y sentirse parte de la sociedad otra vez", explica José Luis, quien hoy se define como un hombre de fe y esperanza. "Me siento útil, quiero contagiar estas ganas de vivir y demostrar que sí se puede salir de la calle y de las adicciones".