
La Justicia lo absolvió, la política no: el caso Villalba reabre heridas en Salvador Mazza
Su detención dentro de un cabaret y el vínculo con una red de prostitución reavivan cuestionamientos sobre ética, conducta y responsabilidad pública en la frontera norte.
A seis meses del fallo judicial que lo dejó sin condena, el nombre del exintendente de Salvador Mazza, Carlos Villalba, vuelve a circular en la agenda pública ante un dato que, puertas adentro, sigue siendo incómodo: su detención se produjo tras ser encontrado dentro de un cabaret, en el marco de una causa por trata de personas y explotación sexual. Aunque el Tribunal Oral Federal N°2 de Salta lo absolvió por falta de pruebas, el episodio vuelve a levantar polvo en plena discusión electoral, en un contexto donde la ciudadanía exige ética y conducta a quienes gestionan fondos y representatividad.
Villalba fue desvinculado judicialmente en abril, cuando los jueces concluyeron que no existían elementos suficientes para probar que sabía que dos mujeres trasladadas desde Jujuy ejercían la prostitución. El fallo coincidió con la postura final de la fiscalía, que reconoció dudas sobre su participación.
Sin embargo, en Salvador Mazza -una localidad históricamente golpeada por el narcotráfico, la trata y el contrabando en frontera-, el hecho no pasó inadvertido. Para muchos vecinos, que un jefe comunal aparezca dentro de un cabaret ya es en sí mismo un escándalo que erosiona confianza.
Tres condenas, una prófuga y un manto de sospechas
En la misma causa, el tribunal condenó a:
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Roberto Quintián Ramírez y Mercedes Baigorria (administradores del bar "Terra Nostra"): 5 años y 6 meses de prisión por facilitación y explotación de la prostitución agravada.
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Viviana Nancy Gómez (empleada de "El Quijote"): 5 años de prisión como partícipe necesaria.
La supuesta cabecilla, Marisel Llanes, continúa prófuga con pedido de captura nacional e internacional. Su vínculo sentimental con Villalba -según la propia investigación- deja abiertas más preguntas que respuestas.
El argumento judicial: "No hay dolo probado"
Los jueces remarcaron que:
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no se probó que Villalba supiera la actividad de las mujeres.
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estaba en estado de ebriedad al momento de la detención.
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existen dudas sobre quién conducía.
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podría tratarse de un "traslado benévolo".
En términos técnicos, las dudas favorecen al acusado.Pero en términos políticos, esas dudas lastiman.
Un antecedente que incomoda
En un país donde la confianza hacia la dirigencia está en caída libre, aparecer dentro de un prostíbulo en una causa vinculada a explotación sexual marca para siempre. Y más aún en municipios frontera, donde el Estado suele ser la única barrera frente al delito organizado.
La pregunta que queda flotando
Puede que Villalba haya sido absuelto por falta de pruebas. Pero cuando un dirigente es detenido dentro de un cabaret en una causa de trata, lo que la Justicia borra con sentencia, la ciudadanía lo archiva con memoria. Y en política, la memoria pesa más que un expediente.