En las últimas horas la preceptora del colegio San Alfonso decidió hablar. Aseguró que la Secretaría de Trabajo asumió el rol de mediadora entre ella y la institución, como también los perjuicios en su salud que le ocasionó esta situación.

Débora López, confirmó que se enteró de la situación de acoso por comentarios que le hicieron varios alumnos. Los directivos del colegio al asimilar el hecho le pidieron que diera los nombres de las personas que le informaron sobre el acoso.

"Cuando los doy, la confrontaron mal a la pobre víctima; cuando me intiman y me obligan a dar los nombres de los chicos, pongo la ley nacional y provincial de resguardo a la víctima y ahí se me vino el colegio encima", aseguró a FM Pacífico.

Narró que después de revelar la situación, la estudiante y su madre negaron los hechos, pero los compañeros de clase agradecieron su valentía, mencionando que "el profesor va a dejar de molestar a las chicas", tal como le expresaron. Además, agregó que tiene conocimiento de que "hay más posibles víctimas".