Hay personas cuya presencia transforma silenciosamente el suelo que pisan. Fernando de San Román fue una de ellas: un hacedor incansable, un soñador práctico, un hombre que construyó con trabajo, visión y un compromiso profundo con la tierra que lo recibió.

La noticia de su fallecimiento conmueve a la comunidad productiva y empresaria del NOA, a su familia, a sus equipos de trabajo y a todos quienes compartieron con él una idea, un gesto, una enseñanza. Ingeniero, productor, escritor, fue también un visionario generoso, capaz de identificar oportunidades y compartirlas con los demás.

 

Su historia en Salta comenzó en 1983, cuando compró una propiedad en Metán Viejo. Lo que para muchos era solo un depósito, él lo vio como un punto de partida. Empezó a comprar legumbres a productores locales, a procesarlas, a abrir mercados. Así nació Familia Crestón, un emblema regional.

Fernando fue también una voz activa en instituciones como la Unión Industrial, desde donde defendió la producción regional, el desarrollo federal y el trabajo en el interior. Siempre apostó a quedarse, a construir, a hacer.

Este año publicó su libro "Las 7 puertas", un conjunto de relatos y reflexiones donde volcó su mirada profunda sobre la vida, los umbrales, la naturaleza y la memoria. "La literatura tiene esa fuerza: la de permitir que una voz se escuche aun cuando el cuerpo ya no está", dijo entonces.

Desde Que Pasa Salta acompañamos a su familia y despedimos con respeto a un hombre que dejó huella. Su legado vivirá en cada paso de su empresa, en cada historia que tocó, en cada futuro que ayudó a construir.

El último adiós a Fernando de San Román se realizará en la Sala Velatoria de PIEVE de Metán (20 de febrero esquina Salta) y su sepelio será en el Cementerio Privado Parque del Amanecer en Metán Viejo.