Coronavirus

A tres años de la primera víctima de coronavirus en Argentina: el paciente de 64 años que murió sin saber qué lo estaba matando

Guillermo Abel Gómez había viajado a Francia a conocer a su nieta. Regresó el 25 de febrero de 2020

Guillermo Abel Gómez había viajado a Francia a conocer a su nieta. Regresó el 25 de febrero de 2020 y tres días después empezó a tener los primeros síntomas. El virus fue cruel con él: era un paciente de alto riesgo sin saberlo. La historia de militancia y compromiso social de la primera muerte por covid-19 en América Latina

Guillermo Abel Gómez murió sin saber por qué. Sabía que tenía cuarenta grados de fiebre, que tenía diarrea, que era hipertenso y diabético, que padecía insuficiencia renal y bronquitis crónica. Sabía que tenía 64 años. Desconocía que por su edad le correspondía el grupo de población de alto riesgo. Desconocía también el riesgo a qué. Sabía que del Hospital Argerich lo habían rebotado dos veces: sus síntomas, en los primeros días de ese marzo bisagra de 2020, no configuraban un cuadro clínico de internación.

La tercera visita fue la última. Nélida, la esposa de Guillermo, ya no sabía qué hacer para bajarle la fiebre. Llamó a Luis Contreras, amigo íntimo de la familia, por entonces de 80 años. Le contó que estaba muy mal. No dudó y se tomó tren y colectivo desde El Jagüel, en el sur del conurbano bonaerense, hasta San Telmo, el nuevo barrio de Guillermo y Nélida, desde su regreso del exilio. Luis comprobó la dimensión de la preocupación de la mujer. El deterioro físico de su amigo era evidente a los ojos. Llamaron a la ambulancia, al 107. Contaron cuáles eran los síntomas y las condiciones de su estado de salud con la gimnasia de un dictado ensayado: no era la primera vez que Nélida lo hacía. Le respondieron que insistiera en un rato, que la ambulancia estaba en desinfección.


Luis decidió actuar. “Lo ayudé a vestirse, le pusimos las zapatillas, me lo cargué y lo bajé a la calle. Paramos un taxi y lo llevamos al hospital”, dijo en el tercero de los microdocumentales de Personas, no números, un ciclo de cortos con la autoría de los directores de cine Jorge Ponce Betti y Andrés Brenner, para honrar la memoria de mujeres y hombres que se habían convertido en drama y en cifras, en el marco estadístico de una pandemia naciente.

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